Entrenamiento
¿Cómo se entrena un perro guía?
Para el trabajo de perro guía hay que reunir las siguientes características:
- Tamaño mediano con un peso entre 20 a 30 kilos.
- Alto grado de vivacidad cerebral, estar físicamente completo y sano.
- Ser sociable, tolerante y tranquilo hacia los humanos y otros animales.
- El can no debe presentar ningún problema grave de comportamiento y carácter. Cero agresividad.
- El pelo del can debe ser fácil de cuidar y manejar.
- Tener entre 8 y 20 meses de edad para su entrenamiento.
- No puede tener displasia de cadera y/o codos.
- No puede tener ninguna condición o enfermedad que necesite medicación constante.
El Labrador Retriever, Golden Retriever, Pastor alemán, y sus mestizos demuestran poseer cualidades excepcionales. De carácter dócil, fácil de educador, sin timidez ni cobardía, demuestran seguridad ante circunstancias extrañas e imprevisibles, con suficiente agilidad mental para ubicarse en el momento preciso. Debido a su gran susceptibilidad deben de ser tratados con cariño y respeto ya que valoran todas las demostraciones de afecto de su educador o usuario.
Los perros rescatados de la calle o donados de casas que no los quieren o no los pueden tener, por la razón que fuere; deben tener una edad alrededor de los ocho y veinte meses máximo. El can podrá ingresar a las instalaciones de la Escuela, siempre y cuando cumpla las condiciones técnicas, físicas y comportamentales que requiere la escuela, donde empieza su entrenamiento especializado para llegar a ser un perro guía. En esta etapa, con una duración de seis a ocho meses, hasta un tope máximo de doce meses, el ejemplar canino aprenderá a obedecer comandos y en su momento desobedecerlos de forma inteligente cuando sea necesario.
Un perro guía debe ser sociable, tolerante y tranquilo hacia los humanos y otros animales.
Primero se acostumbra a usar el collar y correa, después el arnés distintivo, indispensable para su trabajo de guía. El arnés confeccionado puede ser de cuero, u otro material resistente que lleva una HAZA que pueda ser metálica, de aluminio o de plástico, cuyas puntas se sujetan a argollas que se prenden del correaje del chaleco. La longitud del haza dependerá de la altura del usuario; es de gran importancia, ya que es el único medio de comunicación del perro a su usuario y viceversa. La persona con discapacidad visual, siente a través del arnés los movimientos del perro guía, para frenar, acelerar o disminuir el paso.
En su adiestramiento, el perro primero aprende a halar con el arnés puesto, luego tendrá que detenerse en las esquinas, terminación de calles u obstáculos para que el usuario no se tropiece, cuando suba o baje del bus, trole, taxi, etc. Después aprenderá a dar vuelta tanto a la derecha como a la izquierda. Subir y bajar gradas, buscar lugares, puertas, paradas, etc.
Una vez el perro haya aprendido esto adecuadamente, se le enseña a desobedecer inteligentemente. Esta desobediencia inteligente es de vital importancia, ya que en muchas ocasiones el perro guía deberá negarse a obedecer los comandos del usuario para salvaguardar la vida de ambos, y éste deberá confiar en su perro guía.
El perro además aprende a evadir obstáculos colgantes, aún cuando por su estatura no le afecten directamente, tales como ramas o plantas sin podar, cables colgados o salidos, tubos, sombras, carteles comerciales, letreros mal puestos en la acera. Heces, basura; con los que el usuario podría golpearse cualquier parte de su cuerpo y el rostro. Si hay un obstáculo que obstruya toda la vereda, el perro se detendrá totalmente y esperará la orden de su usuario, a la orden, el perro debe observar si no circula ningún vehículo por la calle, bajar la acera, pasar el obstáculo, volver a subir y continuar su camino. El perro guía deberá dar siempre suficiente espacio a la persona para que no se tropiece.
El siguiente paso es enseñar al perro a subir a transportes públicos o particulares, sean buses, taxis, aviones, etc,; buscar algún lugar vacío para su usuario y permanecer quieto, encontrar puertas y escaleras por comando, comportarse correctamente en lugares públicos, tales como oficinas, restaurantes, tiendas, auditorios, etc. Por Ley, el perro guía debe usar el bozal en transporte público, y el perro estará dispuesto.
Al final del periodo de entrenamiento, el educador se vendará los ojos y se guiará con la ayuda del perro guía, acompañado de otro educador para garantizar y salvaguardar el bienestar de ambos. Esta prueba determinará si el perro es apto para el trabajo que desempeñará como perro guía.
La persona con discapacidad visual que solicita un perro guía debe llenar el formulario oficial de la escuela, al que adjuntará su copia de cédula, papeleta de votación (opcional), foto de cuerpo entero actual, copia de títulos académicos y carnet de discapacidad actual otorgada por el MSP (Ministerio de salud pública). Tendrá que manejar correctamente el bastón blanco y tener mapas mentales claros de los lugares que recorre a diario (trabajo o universidad, casa, paradas de bus o trole). Después de ser procesada y aceptada su solicitud, la escuela lo llamará a los números de contacto, para tener una cita personal en las instalaciones de la Escuela. Adicional personal autorizado de la escuela con cita visitará al solicitante en su domicilio y/o trabajo para verificar toda la información dada por el solicitante.