Un perro guía NO se vende. Es un perro de asistencia entregado al usuario idóneo a modo de comodato sin costo extra para el usuario. Los entregamos a usufructo del usuario, con derechos y deberes, por el tiempo útil del perro guía, alrededor de 8 a 10 años, o el tiempo que el perro cumpla sus funciones correctamente. Los recursos económicos, materiales y humanos que se invierten en cada perro, desde el inicio de su entrenamiento alrededor de ocho meses hasta el momento de su entrega es de $12.000 USD.

Esta inversión social se realiza gracias al apoyo del patrimonio familiar de los fundadores, de los donantes o padrinos que hacen su aportación mensual o total. Apoyo de empresas públicas o privadas, personas naturales y público en general.

Personas con discapacidad visual del resto de América Latina también pueden ser candidatas a solicitar un perro guía de nuestra Escuela, si reúnen los requisitos y pueden viajar a la Ciudad de Quito. Los solicitantes costearán su hospedaje, comida, transporte y extras de su propio peculio. La escuela ofrece toda la capacitación para el dúo usuario-perro guía de forma profesional y personalizada.

Para ser candidatos al entrenamiento especializado como perros guía, recibimos perros completos en buen estado de salud, a partir de los diez meses hasta los veinte meses de edad. Estos perros pueden ser mestizos de tamaño mediano de 20 a 30 kilos, que tengan el temperamento y carácter adecuado, tema que evaluará la escuela.

Adicional de presentar el carnet de vacunas, desparasitación al día, prueba negativa de displasia de cadera y codos. Esterilizado de preferencia. La escuela será la única juez de ingresar el can al programa. Sin ningún tipo de compromiso económico.

Es necesario que la persona con discapacidad visual sea la interesada, y que antes de solicitar el perro reciba su rehabilitación integral, sobre todo en orientación y movilidad urbana, dentro y fuera de casa, uso correcto del bastón blanco; ya que el usuario de perro guía debe saber desplazarse y así poder dar las indicaciones al perro, puesto que el perro no sabe por sí solo a dónde dirigirse. Creando un trabajo mutuo para desplazarse.

La persona con discapacidad visual debe estar alerta de los ruidos del tránsito, para saber en qué momento darle la orden al perro de avanzar y cruzar la calle. El perro obedece y cruza siempre y cuando sea seguro.

Es la unión formada por la persona con discapacidad visual y su perro guía. Es un equipo de cuatro patas, dos pies, cuatro ojos y una sola mirada, un equipo en el que uno ve por el otro. El perro se convierte en un apoyo técnico y emocional para el usuario.

• Haciendo donaciones de comida balanceada Pro can equilibrio natural, comida húmeda en cualquier presentación.
• Herramientas de trabajo y juguetes Kong, Sprenger, Julius, Chunk it o cualquier otra marca certificada para perros.
• Haciendo donaciones económicas. En la sección –Donaciones– podrás conocer diversas maneras de ayudar a una persona con discapacidad visual.
• Únete a la escuela siendo padrino o madrina de un futuro perro guía. Recibirás hermosos recuerdos de la EPGE.
• Informar correctamente al público sobre nuestra labor.
• Apoyando al acceso total al binomio usuario perro guía.
• Nunca interrumpir el trabajo del perro guía, llamándolo, dándole de comer, halando la correa, fijando la mirada. Ignóralo por completo.
  

• Título de bachiller mínimo.
• Ganas de aprender.
• Mente abierta.
• Mayor de edad.
• Disponibilidad de tiempo.
• Saber expresarse en público.
• Gusto excesivo por leer.
• Amor por los perros en general.
• Querer trabajar con discapacidad.
• No tener ninguna discapacidad física o intelectual.
  

Por supuesto que sí. Puedes visitarnos con tu familia, amigos, etc. Contáctanos a nuestros teléfonos (+593) 22902108; (+593) 0998701812, o a nuestro correo electrónico: info@perrosguiaecuatorianos.org.ec

Nuestras oficinas se encuentran en la Ciudad de Quito. En las calles Cordero E9 242 y Tamayo.

Se atenderá bajo cita previa.

El campo de entrenamiento se encuentra en las calles 25 de Julio sn y Salazar, sector Santa Martha, en Puembo.